jueves, 26 de diciembre de 2013

Cinco cosas increíbles sobre la Biblioteca de Alejandría

Cinco cosas increíbles sobre la Biblioteca de Alejandría: el centro del saber del mundo antiguo

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La Biblioteca de Alejandría constituye un evento que resulta extraño. Parece no encajar en un mundo sumido en las tinieblas. Y la historia que hay detrás es, en cierto modo, una romántica metáfora sobre los anhelos de conocimiento, los miedos a saber lo que no se debe saber, y los conflictos entre creencias, que poco o nada se conmueven ante las evidencias. A continuación, cinco cosas sobre este rara avis del conocimiento, también científico, en una época (fue fundada en 330 a. C.) donde la brutalidad se premiaba mucho más que saber leer.

1. Todo el conocimiento

Actualmente no existe equivalente físico a la Biblioteca de Alejandría. Sí, la Biblioteca Británica recibe un ejemplar de cada obra que se publica en inglés, pero no aspira a albergar una colección de manuscritos de todo el mundo ni contener la suma del conocimiento humano. Acaso el equivalente digital más próximo sea una mezcla de Wikipedia con Google.

2. El conocimiento no es de nadie

Con la misma ferocidad con la que Google intenta escanear todos los libros del mundo, hace más de dos mil años se intentó acaparar cada fragmento de información útil que se hallara por el mundo. No importaba quién lo había escrito. Lo importante era conservarlo y conectarlo al resto de información. Así que, tal y como explica Simon Garfield en su libro En el mapa:

Se confiscaron bibliotecas privadas por el bien común: los manuscritos que llegaban a la ciudad por mar se transcribían o traducían, y no siempre se devolvían: con frecuencia, los barcos se hacían a la mar con copias, en vez con los originales.

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3. Papiro

La Biblioteca de Alejandría no tenía forma de digitalizar la información, de modo que necesitaba un soporte para conservarla. Ese soporte era el papiro. Tan importante se hizo el papiro en una época donde el papiro no era especialmente útil para nada, que Alejandría se convirtió en el mayor exportador de papiro a Europa.

Y de repente la oferta de papiro para la exportación se agotó. Algunos afirmaban que todo el papiro se empleaba para abastecer a la Gran Biblioteca, mientras que otros detectaron una trama destinada a impedir el desarrollo de colecciones rivales: elitismo, pasión y búsqueda que reconocerán todos los coleccionistas obsesivos de libros y mapas.

4. La primera universidad

La Biblioteca de Alejandría fue la primera universidad del mundo, un centro de investigación y diálogo, entre cuyos eruditos se encontraban el matemático Arquímedes y el poeta Apolonio. Allí se debatían los principios médicos y científicos, así como cuestiones de filosofía, literatura y administración política.

Aquí también fue donde se dibujaron los primeros mapas del mundo.

5. Alejandro

La creación de la Biblioteca se debe en gran parte a Alejandro Magno, que había estudiado con Aristóteles moral, poesía, biología, drama, lógica y estética. Tras sus conquistas, aspiró que su legado no fuera un símbolo de destrucción, sino de cultura. Un lugar donde la concepción helenística del mundo se difundiera por todo el imperio y más allá.

La Biblioteca se terminó varias décadas después de la muerte de Alejandro:

Si hoy diéramos un plano de la antigua Alejandría, veríamos un lugar metódico, un sistema reticular de bulevares y pasajes. Al este, un Barrio Judío densamente poblado, mientras que la Biblioteca y el Museo se hallan en el centro, en el Barrio Real. La ciuad está rodeada de agua, con el Gran Puerto (donde se hallan los palacios reales) en pequeñas islas, al norte. En el puerto se levanta el Faro, una de las Siete Maravillas del Mundo, de más de cien metros de altura, y sobre él arde una llama que, reflejada por un espejo, es visible a una distancia de 50 kilómetros mar adentro. Sería difícil no percibir la metáfora: Alejandría era una atalaya, un hito liberado y liberador en una ciudad que palpitaba con el pensamiento más avanzado.


miércoles, 11 de diciembre de 2013

El primer panda que vivió fuera de China

El primer panda que vivió fuera de China

Ruth Harkness con Su Lin
Un bebé panda nacido en el Zoológico Nacional en Washington DC ha capturado los corazones de los estadounidenses que votaron para decidir el nombre que se le dará este domingo, y siguieron por videocámara todos sus movimientos. La historia de amor que une al país con los pandas comenzó hace casi 80 años, cuando arribó el primer ejemplar con vida traído de China.
Ruth Harkness, una mujer de la alta sociedad estadounidense, estaba más acostumbrada a sostener un cigarrillo y un cóctel que un arma. Su esposo Bill era el explorador.
Pero tras su muerte en 1936, la diseñadora de moda neoyorkina de 35 años llegó hasta China para cumplir su sueño de traer a un panda gigante de vuelta a Estados Unidos.
Harkness encontró un guía estadounidense de origen chino, de 22 años, Quentin Youn, para que la ayudara a atravesar el territorio frecuentado por bandidos en las escarpadas montañas de China central.
"Era muy guapo", dice su sobrina, Jolly Young King. "Tenía el cabello peinado hacia atrás... parecía una estrella de cine".
Ruth Harkness con Quentin Young
Harkness se fue de expedición con Young y encontraron un bebé panda.
El hermano de Young, Jack, le había ayudado a los hijos del presidente de EE.UU. Theodore Roosevelt a localizar a un panda gigante unos pocos años antes. Le dispararon y se lo llevaron muerto a casa.
Harkness quería llevar uno con vida.
Ella y Young dejaron Shanghái el 26 de septiembre de 1936 en un barco de vapor, y se dirigieron a Chengdú, donde contrataron a un equipo de ayudantes.
"A pesar de todos los esfuerzos por ir ligeros de equipaje, nos fuimos al más puro estilo de caravana. 16 portadores, seis cargas, dos sillas, una cocina... Quentin y yo", escribió Harkness en una de sus muchas cartas a un amigo, Perkie, quien estaba en EE.UU.
Portadores
La expedición requirió de muchos portadores.
"No sé si será humanamente posible conseguir un panda o no, pero creo que sí lo es, yo lo conseguiré. Después de todo, querido, probablemente no hay más de tres personas de raza blanca que hayan visto alguna vez uno y nadie conoce sus hábitos o lo que comen, ni nada de eso", escribió.
"Espero que pueda conseguir un bebé... Tengo biberones, la tetina (de goma) y leche para él", escribió.
Durante los siguientes dos meses, surgió un romance entre Harkness y Young.
Ella estaba muy impresionada con él y le hacía un sinfín de preguntas sobre China. El joven también estaba interesado en ella... hasta cierto punto.
"Él no la encontró especialmente atractiva y no creo que sólo fue porque ella no era oriental", dice King.
"Sin embargo, creo que él admiraba su determinación. Nunca pudo entender por qué siempre llevaba una máquina de escribir con ella, a todas partes".
Harkness, panda y doctor
Cuando volvió a Shanghái, Harkness le pidió a un doctor que examinara a Su Lin.
A principios de noviembre, la expedición llegó a los bosques de bambú: el hogar del panda gigante.
"Estamos acampados en un lugar precioso, un riachuelo en el valle y la nieve a 600 o 700 metros arriba de nosotros. Quentin cazó esta mañana un goral, una especie de cabra, y comimos hígado en el almuerzo", escribió Harkness.
Tres días más tarde, tras enterarse de que había pandas cerca, oyeron gritos que procedían de la espesura del bosque, seguidos de un disparo.
Entonces, Young encontró un pequeño cachorro de panda acurrucado en el hueco de un árbol.
"Había oído un disparo poco antes de encontrar al bebé así que pensó que probablemente alguien había matado a la mamá, pero no estaba seguro", le dice King a la BBC.
"Se lo metió adentro de la camisa y se bajó del árbol para mirarlo".
Harkness estaba estática y le puso como nombre Su Lin, que significa "un poco de algo precioso".
Ella mantuvo al bebé panda vivo durante el camino de regreso por el bosque.
Harkness con panda en Nueva York
Su Lin vivió en el apartamento de Harkness antes de ser la estrella del zoológico de Chicago.
"Tenía la leche en polvo y se guió por sus instintos: le daban comida al bebé cada tanto, lo mantenían abrigado y cómodo, se turnaban para cargarlo en una canasta", explica King.
Harkness, quien nunca había tenido hijos, escribió: "Siento no saber más sobre bebés... a veces pienso que eso es lo único que no he experimentado".
Su siguiente reto era sacar al animal de China pero cuando llegó al puerto de Shanghái, los agentes de emigración lo confiscaron.
Su barco se fue sin ella. Se quedó en el cobertizo de la aduana con el panda toda la noche hasta que finalmente lo dejaron salir y pudo llevárselo registrándolo como si fuera un perro.
Durante varios meses, Su Lin vivió en el apartamento de Harkness en Nueva York, pero el plan siempre había sido venderlo.
Su Lin se convirtió en una estrella en el zoológico Brookfield de Chicago.
Harkness volvió a China al año siguiente y trajo otro panda, Mei Mei, quien vivió por un breve período con Su Lin, pero éste último murió de neumonía poco después.
Hoy en día, su cuerpo está exhibido en el Museo Field de Chicago.
Mei Mei murió en 1942.
Harkness escribió un libro sobre sus aventuras, "La dama y el panda". Murió en 1947 a la edad de 46 años.

sábado, 7 de diciembre de 2013

Nelson Mandela: 10 datos que no conocías del líder sudafricano

Nelson Mandela: 10 datos que no conocías del líder sudafricano

La vida del ex presidente de Sudáfrica siempre fue de conocimiento mundial. Aquí enumeramos algunas cosas que seguramente pasaron desapercibidas

Nelson Mandela: 10 datos que no conocías del líder sudafricano
Los elogios al ex presidente de Sudáfrica son unánimes en todas las partes del mundo (Foto:Reuters)

(elcomercio.pe). El primer presidente democrático de Sudáfrica, Nelson Mandela, considerado un referente mundial en la lucha por la libertad, falleció el jueves a los 95 años en su casa de Johannesburgo rodeado de su familia. Desde entonces, los elogios al hombre que derrotó el régimen racista apartheid no han dejado de parar.

Los líderes de las principales potencias del mundo, sin excepción, han elevado al cielo una oración y han lamentado la partida del querido y recordado “Madiba”. Desde el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, hasta la canciller alemana, Angela Merkel, han afirmado públicamente la admiración que sienten por el ex mandatario sudafricano.

Dicho esto. Se puede decir que la vida de Nelson Mandela siempre ha sido de conocimiento mundial. Decenas de libros y producciones audiovisuales se han inspirado en su legado. ¿Qué no se sabe de “Madiba”? Aquí presentamos una lista de 10 datos curiosos sobre la vida del hombre que cambió el destino de un país y que marcó, qué duda cabe, el siglo pasado.

EL PADRE DE SUDÁFRICA
El sitio que tiene Nelson Mandela en la historia del pueblo sudafricano es tan vasta que el Banco Central emitió el 2012 billetes con su rostro. Innumerables bustos y estatuas con su figura llenan el país africano, así como plazas y edificios están bautizados con su nombre. En la iglesia católica Regina Mundi de Soweto, que fue un centro de protestas y funerales de activistas durante los años de la segregación racial, hay un vitral de Mandela con los brazos levantados. Y la aerolínea South African Airways tiene su silueta en los aviones.

MANDELA Y EL DÍA DE SAN VALENTÍN
Google y los biógrafos de Mandela inauguraron el año pasado un ambicioso proyecto digital, con una inversión de 1,25 millones de dólares, para preservar el legado de “Madiba” y para que cualquier persona con acceso a internet pueda ver cientos de documentos y fotografías de su vida.

En uno de los documentos, que en realidad es un manuscrito que data de 1995, el ex presidente de Sudáfrica reflexiona sobre del Día de San Valentín. Fecha que el propio líder africano decía que “colosalmente ignoraba”, pues creció en el campo en una familia de analfabetos.

LOS DOS HIMNOS
Cuando Nelson Mandela asumió la presidencia de Sudáfrica, en 1994, luego de estar 27 años preso, en la ceremonia de toma de mando, se colocó una de sus manos en el pecho y cantó los dos himnos de su país. Uno era el del apartheid, “Die Stem” (La voz), y el otro era el africano, “Nkosi Sikelel” iAfrika” (Que dios bendiga a África).

SU APODO DE TODA LA VIDA
Según la fundación de Mandela, el nombre Nelson se lo debe a su profesora que lo llamó así el primer día de clases cuando era un niño en su natal Qunu. El nombre que le puso su padre a Mandela fue Rolihlala. Las razones por las que la maestra eligió ese nombre para llamar así al ex presidente sudafricano se desconocen, aunque durante esa época era común que los africanos sean llamados con nombres en inglés para facilitar la pronunciación de los colonos.

El propio Nelson Mandela recordó cómo en la escuela cambiaron su nombre africano. “Cuando fui a la escuela, la señorita maestra, Miss Mtingane, me preguntó: ¿Cuál es tu nombre? Le dije mi nombre africano: Rolihlahla. Ella dijo: No, no quiero ese nombre, debes tener un nombre cristiano. Entonces yo dije: No tengo ninguno. Ella dijo: Desde hoy, vas a ser Nelson.

EL TATA
En Sudáfrica llaman a Mandela con cariño “Tata”, pues es considerado el padre de la democracia de su país. En lengua xhosa significa padre.

NELSON EL DURO
A pesar de ser uno de los referentes de la paz y la justicia, Mandela también podía ser una persona ruda. Por ejemplo, cuando periodistas de raza negra criticaron su gobierno, “Madiba” los presentó como los “títeres de los blancos dueños de los medios de prensa”. De la misma manera sucedía con los blancos que le presentaban quejas. Mandela los despedía criticándolos por tratar de “recuperar sus antiguos privilegios”.

LUCHA CONTRA EL SIDA
Otras de las grandes batallas que enfrentó Mandela fue contra el SIDA, luego de reconocer públicamente, en el 2005, que su hijo Makgatho había fallecido por culpa de la mencionada enfermedad.

46664
El régimen racista apartheid condenó al ex presidente a cadena perpetua en la presión de Robert Island, ubicada frente a la costa de Ciudad del Cabo. Allí pasó casi dos décadas de su vida siendo el interno 46664. Mandela pasaba las noches escribiendo en su pequeña celda con piso de hormigón. Todos los guardias eran blancos y todos los prisioneros eran negros, mestizos o asiáticos.

En junio de este año, el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, primer mandatario afroamericano en llegar a la Casa Blanca, visitó la prisión de Mandela junto a su esposa.

NELSON Y WINNIE
Nelson Mandela se divorció de Winnie Madikizela-Mandela en 1996, lo que puso fin a una poderosa alianza que duró decenios de lucha. Mientras él estaba preso, ella se convirtió en una líder por derecho propio, dirigiendo marchas con el puño alzado y creando una base dentro del ala radical del Congreso Nacional Africano. Madikizela-Mandela perdió influencia cuando Mandela encaminó el CNA por un rumbo más moderado, según informa el portal Infobae.

Cuando Mandela salió de prisión, ya estaban distanciados políticamente. Poco después, las consecuencias personales de años de separación física se hicieron aparentes. Al culminar su gobierno, Mandela se retiró de la vida pública y se centró en su familia que se había quedado relegada a un segundo plano durante la batalla contra el apartheid.

LA OFICINA DE MANDELA
Luego de concluir su mandato, el ex presidente sudafricano se instaló en una oficina recién remodelada en Johannesburgo, lugar que alberga el Centro de la Memoria de Nelson Mandela. Allí trabaja regularmente.

La oficina incluye fotografías enmarcadas de Mandela en tiempos de mejor salud, con su esposa Graca Machel, el secretario general de la ONU Kofi Annan, su colega activista Walter Sisulu y otros. Un guante de boxeo, un bate de cricket y un caso de la policía británica están entre los regalos que se muestran en la oficina.

viernes, 29 de noviembre de 2013

Pablo Escobar y los crímenes que lo convirtieron en el más temido de Colombia

Pablo Escobar y los crímenes que lo convirtieron en el más temido de Colombia

El líder del Cartel de Medellín cumplirá el lunes 20 años de caer abatido. Un medio colombiano ha hecho un listado de sus principales magnicidios

Pablo Escobar y los crímenes que lo convirtieron en el más temido de Colombia
Pablo Escobar (Foto: El Tiempo/ GDA)

(elcomercio.pe). Pablo Emilio Escobar Gaviria es, sin lugar a dudas, el peor criminal que pudo ver Colombia. Su solo nombre aun despierta temor en muchos de sus compatriotas y en otros genera posiciones divididas. Algunos relacionan su recuerdo con los años de terror y muerte que generó. Otros, sin embargo, ven a un célebre narcotraficante que, años después, inspiró libros y hasta una serie de televisión.

El próximo lunes se cumplen 20 años desde que Escobar Gaviria, considerado uno de los hombres más violentos de la historia, cayera abatido a manos del “Bloque de Búsqueda”, y ya algunos medios colombianos empezaron hacer recuentos de sus años de masacre junto al temido Cartel de Medellín.

El medio local RCN Noticias publicó hoy una entrevista inédita hecha en 1988, cuando el mencionado criminal era el hombre más buscado del mundo. Allí, el también llamado “Padrino”, confesó que el dinero procedente del tráfico de drogas penetró totalmente el Estado colombiano y el sector económico.

Por su parte, el diario ““El Espectador”, medio colombiano que padeció el terror de Escobar con una explosión de coche bomba y el asesinato de su director a finales de los años ochenta, ha publicado una lista de los principales crímenes del narcotraficante que amasó una gran fortuna al igual que cadáveres. Entre los que más destacan son los asesinatos a las autoridades colombianas, como jueces, magistrados, hasta un candidato presidencial.

LOS MAGNICIDIOS DE ESCOBAR:

- Rodrigo Lara Bonilla, ministro de Justicia, asesinado en abril de 1984.

- Tulio Manuel Castro Gil, juez del caso Rodrigo Lara, asesinado en julio de 1985.

- Hernando Baquero, magistrado de la Corte, asesinado en julio de 1986.

- Gustavo Zuluaga, juez contra Escobar, asesinado en octubre de 1986.

- Jaime Ramírez, jefe de la Policía Antinarcóticos, asesinado en noviembre de 1986.

- Guillermo Cano, director de El Espectador, asesinado en diciembre de 1986.

- Carlos Mauro Hoyos, procurador general, asesinado en enero de 1988.

- María Helena Díaz, jueza sin rostro contra Escobar, asesinada en julio de 1989.

- Carlos Valencia, magistrado del Tribunal de Bogotá, asesinado en agosto de 1989.

- Valdemar Franklin, coronel de la Policía Antioquia, asesinado en agosto de 1989.

- Luis Carlos Galán, candidato presidencial, asesinado en agosto de 1989.

- Enrique Low Murtra, exministro de Justicia, asesinado en abril de 1991.

LOS ATAQUES CON COCHES BOMBAS:

- El 2 de septiembre de 1989 explotó un camión bomba frente a las instalaciones del periódico El Espectador, en Bogotá.

- El 16 de octubre de 1989, un carro bomba estalló frente a las instalaciones del periódico Vanguardia Liberal, de Bucaramanga.

- El 27 de noviembre de 1989, fue explotado un avión de Avianca que iniciaba su itinerario de vuelo entre Bogotá y Cali.

- El 6 de diciembre de 1989, un bus bomba fue detonado frente a las instalaciones del DAS en el sector de Paloquemao en Bogotá.

-El 12 de mayo de 1990, antesala del día de la madre, detonó un carro bomba en un populoso sector del barrio Quirigua, en Bogotá.

- El 16 de febrero de 1991, un carro bomba fue explotado a las afueras de la Plaza de Toros de La Macarena en Medellín.

Más datos sobre Pablo Escobar AQUÍ

miércoles, 13 de noviembre de 2013

El petróleo que salvó a las ballenas [CRÓNICA]

El petróleo que salvó a las ballenas [CRÓNICA]

Hace 150 se perforó el primer pozo de petróleo en el Perú y Latinoamérica y el segundo en todo el mundo

El petróleo que salvó a las ballenas [CRÓNICA]
(Foto: Archivo El Comercio)

MANUEL MARTICORENA
El Comercio

Antes del petróleo, el aceite de las ballenas era la fuente de energía para encender los faroles de las ciudades. Estos cetáceos estaban prácticamente siendo exterminados para que el hombre pudiera iluminar la oscuridad. La novela de Herman Melville, “Moby Dick”, da cuenta de esta práctica salvaje que hasta el siglo XIX era considerada normal: el sacrificio de la naturaleza por la comodidad humana.

No fue sino hasta 1859 con el descubrimiento y refinación del petróleo que esta práctica se hizo menos intensa. En dicho año Edwin Laurentine ‘Coronel’ Drake, perforó el primer pozo petrolero en Pennsylvania (EE.UU.) y descubrió, además, el uso del kerosene como insumo de combustión para los faroles. Lo curioso en esta historia es que el Perú no estuvo lejos de ella.

Apenas cuatro años después, el 2 de noviembre de 1863, en Zorritos (Tumbes) se perforaba el segundo pozo del mundo y el primero de Latinoamérica.

USO INDUSTRIAL

Víctor Sanz, catedrático de Ingeniería de Hidrocarburos de la Universidad Nacional de Ingeniería, indica que el petróleo existió desde tiempos inmemoriales. Muchas culturas, inclusive la Inca, lo utilizaron; pero fue en el siglo XIX que empezó su uso industrial con su refinación. Su consumo fue explosivo años después con el ingreso de los primeros vehículos a combustión y hasta hoy sigue siendo una fuente de energía fundamental.

La perforación del primer pozo petrolero en el Perú se debe al esfuerzo de Manuel Antonio de la Lama, propietario de la entonces hacienda Máncora, quien se asoció con el estadounidense A. Rudens, un comerciante de Paita.

El primero había identificado brea y copé en sus dominios, que se extendían entre Tumbes y Amotape. Tras su sociedad con Ruddens, ambos se aventuraron en esta empresa contratando al ingeniero E. A. Prentice, quien eligió el sitio para la perforación: un área al sur de la Bahía de La Cruz, en la bocatoma de la quebrada de Tucillal, en el área de Zorritos en Tumbes. Era un pozo de apenas 24 metros de profundidad que produjo 2.500 galones por día.

Según Sanz, el crudo obtenido en Zorritos se empezó a refinar en ese lugar y toda la producción de kerosene era llevada a Lima, la mayor demandante.

Este hecho fue tan significativo que el 2 de noviembre es recordado como el Día de la Ingeniería de Petróleo. Asimismo, marcó la naturaleza petrolera del Perú, sobre todo de Talara. Ya en 1891 –treinta y dos años después– trabajaban 14 compañías petroleras en la zona, y esta provincia se convirtió así en un área de intensa explotación del hidrocarburo.

jueves, 7 de noviembre de 2013

Dictadura argentina consideraba peligrosos a Julio Cortázar y Mercedes Sosa

Dictadura argentina consideraba peligrosos a Julio Cortázar y Mercedes Sosa

La “lista negra” del régimen militar clasificaba a estas personalidades por su grado de peligrosidad debido a “su ideología marxista”

Dictadura argentina consideraba peligrosos a Julio Cortázar y Mercedes Sosa
Buenos Aires (Agencias). Personalidades destacadas como el escritor Julio Cortázar, la cantante Mercedes Sosa o el actor Héctor Alterio formaron parte de la denominada “lista negra” de la dictadura argentina (1976-83) por ser consideras “peligrosas” para el régimen, reveló esta semana el Ministerio de Defensa de ese país.

Cerca de 1.500 documentos clasificados del gobierno militar fueron hallados en el subsuelo de la sede central de la Fuerza Aérea argentina. Allí, cerca de 300 artistas e intelectuales son señalados como “personas prohibidas” para la dictadura por tener “antecedentes ideológicos marxistas”. Del mismo modo, eran clasificadas “por su grado de peligrosidad”.

Uno de los documentos revelados por el gobierno argentino, denominado fórmula 4, indica que tomando en cuenta los antecedentes ideológicos de estas personalidades “es aconsejable su no ingreso y/o permanencia en la administración pública”. En esa acta destacan los nombres de Alfredo Alcón, Héctor Alterio, el escritor Julio Cortázar y Abelardo Castillo.

Hasta el fin de la dictadura, diciembre de 1983, 46 personas siguieron en la nómina catalogadas como prohibidas. Listas anteriores llegaron a los 350 nombres.

Entre los intelectuales prohibidos, figuran también extranjeros como el uruguayo Andrés Alsina Brea sindicado como “periodista-oficial del ejército de Cuba”. Asimismo, el artista plástico brasileño Juan Scalco, el músico Miguel Angel Estrella, el cineasta Octavio Getino, entre otros, informó AFP.

Este archivo fue puesto en conocimiento público el pasado lunes por el ministro de Defensa, Agustín Rossi. Después de ser hallado en el edificio Cónder (Buenos Aires), sede de la Fuerza Aérea.

domingo, 3 de noviembre de 2013

La joven negra que salvó a un racista

La joven negra que salvó a un racista

Keshia Thomas al momento de proteger al sujeto en el suelo
Keshia Thomas tenía 18 años cuando el Ku Klux Klan (KKK), una organización que aboga por la supremacía blanca, celebró una movilización en su ciudad natal Ann Arbor (Michigan, Estados Unidos) en 1996.
Liberal, progresista y multicultural, el lugar era inusual para la convocatoria del KKK y, de hecho, cientos de personas se reunieron para demostrarles que no eran bienvenidos.
Había tensión en el ambiente, pero estaba bajo control. La policía, vestida con los uniformes de las fuerzas antidisturbios y armada con gases lacrimógenos, protegía al pequeño grupo de miembros del KKK, ataviados con batas largas blancas y sus gorros en forma de conos.

La bandera que provoca discordia

Bandera confederada
La bandera confederada empezó a ser un símbolo cuando el movimiento por los Derechos Civiles empezó a tomar forma en la década de los años 50.
Había quedado relegada en la historia, pero el Ku Klux Klan y otros grupos que se resistían a la integración transformaron a la bandera en un símbolo.
Bill Ferris, del Centro para el Estudio de la Cultura Sureña de la Universidad de Mississippi
Del otro lado de una cerca especialmente levantada para la manifestación, se encontraba Thomas junto a un grupo de opositores a la organización.
De repente, una mujer con un megáfono empezó a gritar: "¡Hay un hombre del Klan en la concentración!".
Todos voltearon para ver a un hombre blanco, de mediana edad, que llevaba una camisa con la bandera de los Estados Confederados de América. El sujeto intentó apartarse de ellos, pero los manifestantes, incluyendo Thomas, lo siguieron "sólo para correrlo".
No había confirmación de que el hombre era un simpatizante del Ku Klux Klan, pero para los manifestantes que se oponían a ese movimiento, su ropa y sus tatuajes representaban exactamente lo que ellos fueron a rechazar.
La bandera confederada era para ellos un símbolo del odio y el racismo, mientras que el tatuaje SS -acrónimo de Schutzstaffel, la infame organización nazi- en su brazo apuntaba a la creencia en la supremacía blanca o incluso algo peor.
Se escucharon gritos como "¡Maten al nazi!" y el sujeto empezó a correr, pero lo tumbaron al suelo. Un grupo lo rodeó, y empezó a patearlo y golpearlo con palos de madera de sus pancartas.

"Barbárico"

Supuesto racista corriendo
Momento en que la muchedumbre empieza a perseguir al sujeto con el tatuaje SS.
La mentalidad de la turba se había apoderado de la situación. "Se volvió algo barbárico", recuerda Thomas en conversación con la BBC.
"Cuando la gente está en una multitud es más propensa a hacer cosas que nunca haría individualmente. Alguien tenía que salirse del grupo y decir: 'Esto no está bien'".
La adolescente, quien cursaba el bachillerato, se lanzó encima de ese hombre al que no conocía y su cuerpo se convirtió en un escudo contra los golpes que le propinaban.
"Cuando lo lanzaron al suelo, sentí que dos ángeles levantaban mi cuerpo y me acostaban sobre él".
Para Mark Brunner, un estudiante de fotografía testigo del episodio, lo que hizo Thomas es extraordinario.

sábado, 19 de octubre de 2013

La “encantadora de números” que hizo el primer software en 1842

La “encantadora de números” que hizo el primer software en 1842

La Condesa Lovelace escribió el primer programa de computador, adelantándosele un siglo a la historia, por lo que se le considera como la fundadora de la ciencia computacional

La “encantadora de números” que hizo el primer software en 1842
Se movía en las altas esferas donde los caballeros se dedicaban a las ciencias.

(BBC Mundo). Era mujer, lo que la ponía en desventaja; era condesa, lo que compensaba; era la hija de uno de los poetas más famosos de la historia, George Gordon Byron, lo que curiosamente la llevó por el camino de la ciencia.

Ada Lovelace, además, “fue la primera persona en crear un programa de computador. Era una verdadera visionaria de la computación”, como le dice a BBC Mundo la tecnóloga social Suw Charman-Anderson.

Lovelace era la hija del poeta romántico Lord Byron y una intelectual muy admirada en la época victoriana, Annabella Milbanke. Apenas un mes después de su nacimiento, en 1815, sus padres se separaron y cuatro meses más tarde, Byron se fue de Inglaterra para siempre.

Lovelace nunca conoció a su padre, quien murió en Grecia en 1832, y su madre no quería que se pareciera a él, así que se aseguró de que estudiara asignaturas como matemáticas para contrarrestar las peligrosas tendencias poéticas de su padre.

EL MUNDO EN EL QUE VIVÍA
En la Inglaterra victoriana, los navegantes, arquitectos, ingenieros y banqueros usaban tablas matemáticas que eran calculadas por unos empleados a quienes se les llamaba “calculadores”.

Eso implicaba que tales tablas estuvieran a merced del error humano.

Era también una época en la que los caballeros que no eran del clero, políticos o militares a menudo se dedicaban a las ciencias, pero nadie era profesional en esta materia: de hecho, la palabra “científico” fue acuñada por William Whewell en 1836.

Uno de esos caballeros que se dedicaban a la ciencia era el matemático Charles Babbage quien, habiendo notado los aprietos provocados por la inexactitud de esas tablas matemáticas, había creado una “máquina diferencial”, una calculadora que funcionaba usando adiciones puras.

Lovelace y Babbage se conocieron cuando ella tenía 17 años y empezaron a intercambiar grandes volúmenes de correspondencia y cimentaron una amistad que duraría toda la vida.

En 1842 un ingeniero italiano, Louis Menebrea, publicó un artículo en francés sobre los principios de otra máquina que Babbage había propuesto hacía ocho años, pero que no había entusiasmado a sus compatriotas: la “máquina analítica”.

En contraste con la “máquina diferencial”, la nueva podría llevar a cabo varias funciones, como adición, sustracción, multiplicación y división, y su diseño tenía muchas de las características de las computadoras modernas.

EL PAPEL DE LA CONDESA
Lovelace fue quien tradujo el escrito. Trabajó sin cesar durante nueve meses y el resultado llegó con un valioso apéndice.

El texto estaba acompañado de largas notas que denotaban un nivel de comprensión que ni el mismo Babbage había logrado. De hecho, quedó tan impresionado que la apodó “La encantadora de números”.

Entre las notas estaba además un algoritmo para que la “máquina analítica” computara una secuencia establecida de números.

“Lovelace escribió lo que hoy podríamos llamar un programa informático para calcular los números de Bernoulli, pero más allá de eso, se dio cuenta que tal máquina podría hacer más que simplemente los cálculos, también podría producir arte y música, si se contaba con los algoritmos e información adecuados”, subraya, entusiasmada, Charman-Anderson.

Más de un siglo antes de que se volvieran inocuas y rápidamente desaparecieran, Lovelace previó que con las tarjetas perforadas y una máquina se podrían manipular no sólo números sino también símbolos. En sus notas, anticipa incluso que se podría llegar generar música con un computador.

Desafortunadamente, la “máquina analítica” nunca se completó, así que no hubo forma de poner a prueba las teorías de Lovelace, lo que hace que se le admire aún más.

“Sus logros son aún más sorprendentes cuando se tiene en cuenta que hizo todo eso sin una computadora en la cual experimentar. Su comprensión del diseño de Babbage era tan profunda que pudo preparar el programa de Bernoulli y especular sobre las capacidades de la máquina sin haberla visto funcionar jamás. ¡Asombroso!”, opina la tecnóloga social.

Pasaría un siglo antes de que Lovelace fuera reconocida, cuando el criptógrafo de la Segunda Guerra Mundial Alan Turing hizo referencia a su trabajo.

miércoles, 16 de octubre de 2013

El nazi que nadie quiere enterrar

El nazi que nadie quiere enterrar

Erich Priebke
Priebke vivió 50 años en Bariloche, en el sur de Argentina, sin que sus vecinos supieran su verdadera identidad.
En un aeropuerto militar cerca de Roma, Italia, hay un féretro esperando. En él descansan los restos de Erich Priebke, el criminal de guerra nazi fallecido la semana pasada a los 100 años.
El cuerpo de Priebke está a la espera de un lugar que quiera enterrarlo.
Pero hasta el momento, casi nadie parece tener los brazos abiertos para recibir a este exoficial nazi, responsable de participar en la matanza de 355 civiles en las Fosas Adreatinas, en las afueras de capital italiana, en 1944.
La masacre, una de las peores ocurridas en Italia durante la Segunda Guerra Mundial, fue un acto de venganza por la muerte de 33 soldados alemanes a manos de la resistencia.
Tras la noticia de su muerte, que ocurrió en su casa de Roma donde cumplía arresto domiciliario -pena que no le impedía salir de compras, ir a la iglesia o de paseo por la ciudad-, las autoridades romanas solicitaron permiso para no enterrarlo en su territorio.
Manifestaciones previas al funeral
El funeral previsto para el martes se canceló por disturbios frente a la iglesia de manifestantes antifascistas y grupos neonazis.
Y en una medida sin precedentes, el Vaticano prohibió que se celebrase su funeral en cualquier iglesia católica de Roma.
Pero la Hermandad Sacerdotal San Pío X, un grupo católico que sigue una línea distinta a la del Vaticano, se ofreció a cumplir con el ritual.
No obstante, la ceremonia para despedir a este hombre, que nunca negó sus crímenes pero que jamás se mostró arrepentido por ellos, debió ser cancelada a último momento el martes, por los enfrentamientos ocurridos en la entrada de la iglesia en Albano Laziale, cerca de Roma, entre simpatizantes de Priebke y manifestantes antifascistas.

Opciones

Una opción que, tras el deceso, barajó el abogado de Priebke, Paolo Giachini, fue la de enterrarlo en Henningsdorf, su ciudad natal en el noroeste de Alemania.
Pero, con el argumento de que el cementerio local sólo admite entierros de habitantes de la ciudad y sus familiares, las autoridades le denegaron el permiso.
Otro escenario que se vislumbró en un momento dado era enterrarlo en Argentina, donde descansan los restos de su esposa. Pero el gobierno de ese país tampoco quiso abrirle las puertas.
Argentina fue para Priebke su segundo hogar.
Allí vivió en el anonimato durante cerca de 50 años antes de ser extraditado a Italia.
Después de huir tras la guerra a Buenos Aires, Priebke se refugió en la ciudad de Bariloche, un centro turístico de lagos y montañas en el sur del país, donde vivió y trabajó como maestro, hasta que fue descubierto por un equipo de periodistas de la cadena estadounidense ABC.
Priebke fue luego extraditado a Italia, donde fue condenado a prisión perpetua en 1998.
En medio de la polémica, el presidente de la comunidad judía de Roma, Riccardo Pacifici, planteó otra posibilidad para resolver el entuerto que no obligaría a nadie a quedarse con sus restos: cremarlo.
"Desperdigar sus cenizas, como se hizo con Adolf Eichmann (uno de los principales ideólogos del Holocausto), evitaría que su tumba se convierta en destino de peregrinación".

viernes, 27 de septiembre de 2013

Stanislav Petrov: el hombre que salvó al mundo de un desastre nuclear

Stanislav Petrov: el hombre que salvó al mundo de un desastre nuclear

Stanislav Petrov, exoficial de la Unión Soviética
Hace treinta años, el 26 de septiembre de 1983, el mundo se salvó de un posible desastre nuclear.
En las primeras horas de la mañana, los sistemas de alerta temprana de la Unión Soviética detectaron un ataque con milises desde EE.UU.. Los reportes de la computadora sugerían que varios misiles nucleares habían sido lanzados. El protocolo para el ejército soviético habría sido tomar represalias con un ataque nuclear.
Pero el oficial de guardia Stanislav Petrov -cuyo trabajo era registrar aparentes lanzamientos de misiles enemigos- decidió no informar a sus superiores y en su lugar los descartó como una falsa alarma.
Esto fue una violación de sus tareas, una negligencia en el cumplimiento del deber. Lo más seguro habría sido pasar la responsabilidad, referirlo a un superior.
Pero su decisión puede que haya salvado al mundo.
"Tenía todos los datos (para sugerir que había un ataque con misiles en curso). Si hubiera enviado mi informe a la cadena de mando, nadie habría dicho nada en contra", explicó al servicio ruso de la BBC, 30 años después de ese turno de noche.
Petrov -que se retiró con el rango de teniente coronel y ahora vive en un pequeño pueblo cerca de Moscú- era parte de un equipo bien entrenado que servía a una de las bases de alerta temprana de la Unión Soviética, no lejos de Moscú. Su entrenamiento era riguroso, sus instrucciones muy claras.

"No pude moverme"

Su trabajo consistía en registrar los ataques con misiles e informar de ellos a la cúpula militar y política soviética. En el clima político de 1983, un ataque en represalia habría sido casi seguro.
Y, sin embargo, cuando llegó el momento, asegura que casi se congeló en su lugar.
"La sirena aulló, pero me senté allí durante unos segundos, mirando a la pantalla roja, grande, retroiluminada con la palabra 'lanzamiento' brillando en ella", dice.
El sistema le decía que el nivel de fiabilidad de dicha descripción era el "más alto". No podía haber ninguna duda. Estados Unidos había lanzado un misil.
"Un minuto más tarde la sirena sonó de nuevo. El segundo misil había sido lanzado. Entonces la tercera y la cuarta y la quinta. Las computadoras cambiaron de alertas de "lanzamiento" a "ataque con misil"", dice.
Petrov fuma cigarrillos rusos baratos mientras narra los incidentes con los que debe haber jugado un sinnúmero de veces en su mente.
"No había ninguna regla sobre cuánto tiempo se nos permitía pensar antes de informar de un ataque, pero sabíamos que cada segundo de retraso se llevaba un tiempo muy valioso. El liderazgo militar y político de la Unión Soviética necesitaba ser informado sin demora".
"Todo lo que tenía que hacer era alcanzar el teléfono para llamar por la línea directa a nuestros altos mandos, pero yo no pude moverme. Me sentí como si estuviera sentado en una sartén caliente", nos dijo.
Aunque la naturaleza de la alerta parecía muy clara, Petrov tenía algunas dudas.
Además de especialistas de informática, como él, la Unión Soviética tenía otros expertos también observando las fuerzas de misiles de EE.UU.. Un grupo de operadores de radar por satélite le dijo que no habían registrado ningún misil.
Pero esas personas eran sólo un servicio de apoyo. El protocolo decía, muy claramente, que la decisión tenía que ser sobre la base de las lecturas de la computadora. Y esa decisión correspondía a él, el oficial de guardia.
Pero lo que lo hizo sospechoso fue lo fuerte y clara que era la alerta.
"Había 28 ó 29 niveles de seguridad. Después de que el objetivo era identificado, tenía que pasar todos esos "puntos de control". Yo no estaba muy seguro de que eso fuera posible, bajo esas circunstancias", dice el oficial retirado.
Petrov llamó al oficial de guardia en el cuartel general del ejército soviético y reportó una falla en el sistema.
Si se equivocaba, las primeras explosiones nucleares habrían ocurrido minutos más tarde.
"Veintitrés minutos más tarde me di cuenta de que no había pasado nada. Si hubiera habido un ataque real, entonces yo lo hubiera sabido. Fue un gran alivio", dice con una sonrisa.

"Suerte que fuera yo"

Desfile con misiles soviéticos en Moscú en 1989
El protocolo soviético indicaba que los militares debía responder a un ataque nuclear con otro.
Ahora, 30 años después, Petrov cree que las posibilidades eran 50-50. Él admite que nunca estuvo completamente seguro de que la alerta era falsa.
Dice que era el único oficial de su equipo que había recibido una educación civil. "Mis compañeros eran soldados profesionales, se les enseñó a dar y obedecer órdenes", contó.
Por lo tanto, en su opinión, si alguien más hubiera estado en el turno, la alarma se habría lanzado.
Pocos días después, Petrov recibió una reprimenda oficial por lo que pasó esa noche. No por lo que hizo, sino por los errores en la bitácora.
Se mantuvo en silencio durante 10 años. "Pensé que era una vergüenza para el ejército soviético que nuestro sistema fallara de esa manera", dice.
Pero, tras el colapso de la Unión Soviética, la historia llegó a los medios. Petrov recibió varios premios internacionales.
Pero él no piensa en sí mismo como un héroe.
"Ese era mi trabajo", dice. "Pero ellos tuvieron la suerte de que fuera yo el del turno de la noche".

miércoles, 25 de septiembre de 2013

Pablo Neruda y el "desgarrador" funeral que Pinochet no pudo frenar

Pablo Neruda y el "desgarrador" funeral que Pinochet no pudo frenar

Pablo Neruda
Cuando Pablo Neruda murió el 23 de septiembre de 1973, apenas habían pasado 12 días del golpe militar que derrocó al gobierno socialista de Salvador Allende en Chile y todos los actos públicos estaban prohibidos.
Por eso, el ataúd gris del poeta salió de la Clínica Santa María, en Santiago, casi en secreto, rodeado de su viuda Matilde Urrutia, la hermana de ésta y una amiga de la pareja.
Pero Neruda era demasiado popular para irse solo.
Amigos y chilenos de la calle se fueron sumando espontáneamente a la carroza y los militares armados que la custodiaban no pudieron hacer nada para evitar que la multitud despidiera los restos del Premio Nobel de Literatura, gritando consignas políticas y cantando incluso La Internacional, el himno más famoso del movimiento obrero en el mundo.
40 años después -cuando las razones exactas de su muerte están siendo investigadas, luego de que su exchofer denunciara que fue envenenado y no falleció de cáncer como siempre se ha pensado- BBC Mundo les presenta el testimonio de dos testigos de ese histórico momento, que describen como estremecedor y desgarrador.

"La gente salía a las ventanas y miraba con terror"

"Recuerdo que la gente salía a las ventanas a mirar. No decían nada, pero se les notaba el terror en la cara, de ver que iba un cortejo y adelante los militares armados", le cuenta a BBC Mundo Ana María Cabrioler.
Ella y su esposo, Sergio Villegas -fallecido en 2005-, caminaron tras el ataúd gris de Neruda desde "La Chascona", la casa del poeta en Santiago, ubicada a los pies del cerro San Cristóbal.
Conocían a Neruda desde los años 50. Villegas, periodista, escritor y poeta, registraría cada detalle de la despedida del Nobel chileno y publicaría en Alemania el libro "Funeral vigilado".
Su viuda relata que el día de la muerte de Neruda ambos ya habían pasado por "La Chascona".
"Fuimos porque nos avisaron que la estaban haciendo pedazos", recuerda.
"Ya habían destrozado todo cuando llegamos. No había policías, nadie. Se hizo todo para poder velar a Neruda en la casa, pero no había cómo ordenar nada, el agua corría por todas partes".
Matilde Urrutia decidió velar a Neruda en medio de los destrozos.
Carátula del libro "Un funeral vigilado"
Villegas registró los detalles de aquella dramática jornada en un libro.
"Cuando salían de la casa, los hombres que llevaban el ataúd se hacían zancadillas tratando de esquivar los charcos. Se formó una cola afuera y empezamos a marchar. Muy pocos primero, pero cada vez más a medida que íbamos avanzando".
"Cuando llegamos al cementerio ya éramos bastante gente. Nosotros caminábamos en la mitad del cortejo y la calle que llevaba hasta la tumba donde quedaría Pablo estaba llena".
"Pablo Neruda era un militante comunista, por lo tanto estaba rodeado de su gente. Y esa gente tenía algo por qué luchar en esos momentos".
"Entonces empezaron a cantar "La Internacional" y todo el mundo la cantó, y recordaron a Víctor Jara, que recién se lo habían entregado a Joan, su señora, con 40 y tantas balas en el cuerpo. Y luego empezaron a gritar por Allende y por el que llevaban también allí, por Pablo".
"Todos llorábamos. Cuando la gente empezaba a entonar cantos, o los gritos por Víctor Jara uno se estremecía, porque sabía lo que había pasado. Nosotros sabíamos".

"El funeral de Neruda fue una forma de expiación, una catarsis"

El fotógrafo chileno Marcelo Montecino es autor de algunas de las imágenes más emblemáticas del funeral de Neruda.
Pablo Neruda junto a su esposa
En esta fotografía Neruda está junto a su esposa, respondiendo a los periodistas tras ganar el Nobel de Literatura en 1971.
Había regresado a Chile en 1969, tras estudiar en Nueva York y retrató en forma sistemática los turbulentos años que siguieron.
"El día antes habíamos estado todos los periodistas visitando el Estadio Nacional. Ya había llegado la prensa extranjera, a la que habían mantenido fuera del país por poco más de una semana. Así que ya éramos un contingente más o menos grande. Pero yo quería ir a ver a Neruda".
"Fui a tomar fotografías, pero también fui por una cuestión personal. Mi madre había sido su amiga y me lo había presentado una vez. Me acuerdo que dio una charla por el año 1964 en el BID. Y ahí me dijo, 'yo te conocí dentro del vientre de tu madre' o algo así".
En charla con BBC Mundo, Montecino recuerda que ese día se dirigió directamente a las puertas del cementerio.
"Cuando llegué ya había entre 600 y mil personas. Era un día muy triste, muy nublado, y había bastante ansiedad. Esperamos. Y de pronto empezó a llegar el cortejo. Y detrás del cortejo vendrían, qué se yo, otras mil personas".
"Y a medida que los dos grupos se juntaron, empezó lentamente a cantarse 'La Internacional'. Fue desgarrador".
"Yo creo que fue una forma de expiación, de purificación, de catarsis. Yo creo que la gente no sabía qué otra cosa hacer. Poquitito antes de que empezaran a cantar se escucharon las primeras consignas. "Pablo Neruda: ¡Presente! Ahora: ¡Y siempre!".
"Iban con miedo, pero yo creo que la gente iba dispuesta a todo. Y de hecho una vez que estábamos dentro del funeral pasó un camión lleno de milicos. Pero pasaron no más. Como que entendían que no podían hacer nada ahí. Y la gente los miró y seguimos haciendo lo que estábamos haciendo".
"Me acuerdo que me llamó la atención que había mucha gente muy humilde, trabajadores que venían siguiendo el cortejo".
"Había gente del Partido Comunista, pero más que militantes, yo creo que eran militantes de Neruda. Vi a gente conocida, estaba (el poeta) Nicanor Parra".
"Fue la primera vez que la gente protestaba contra el golpe, era una manera de que todo el mundo tuviera una catarsis. Era un desquite. Si Neruda hasta el final fue consecuente con eso: agrupó gente, y le dio, qué se yo, esperanza".