jueves, 26 de diciembre de 2013

Cinco cosas increíbles sobre la Biblioteca de Alejandría

Cinco cosas increíbles sobre la Biblioteca de Alejandría: el centro del saber del mundo antiguo

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La Biblioteca de Alejandría constituye un evento que resulta extraño. Parece no encajar en un mundo sumido en las tinieblas. Y la historia que hay detrás es, en cierto modo, una romántica metáfora sobre los anhelos de conocimiento, los miedos a saber lo que no se debe saber, y los conflictos entre creencias, que poco o nada se conmueven ante las evidencias. A continuación, cinco cosas sobre este rara avis del conocimiento, también científico, en una época (fue fundada en 330 a. C.) donde la brutalidad se premiaba mucho más que saber leer.

1. Todo el conocimiento

Actualmente no existe equivalente físico a la Biblioteca de Alejandría. Sí, la Biblioteca Británica recibe un ejemplar de cada obra que se publica en inglés, pero no aspira a albergar una colección de manuscritos de todo el mundo ni contener la suma del conocimiento humano. Acaso el equivalente digital más próximo sea una mezcla de Wikipedia con Google.

2. El conocimiento no es de nadie

Con la misma ferocidad con la que Google intenta escanear todos los libros del mundo, hace más de dos mil años se intentó acaparar cada fragmento de información útil que se hallara por el mundo. No importaba quién lo había escrito. Lo importante era conservarlo y conectarlo al resto de información. Así que, tal y como explica Simon Garfield en su libro En el mapa:

Se confiscaron bibliotecas privadas por el bien común: los manuscritos que llegaban a la ciudad por mar se transcribían o traducían, y no siempre se devolvían: con frecuencia, los barcos se hacían a la mar con copias, en vez con los originales.

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3. Papiro

La Biblioteca de Alejandría no tenía forma de digitalizar la información, de modo que necesitaba un soporte para conservarla. Ese soporte era el papiro. Tan importante se hizo el papiro en una época donde el papiro no era especialmente útil para nada, que Alejandría se convirtió en el mayor exportador de papiro a Europa.

Y de repente la oferta de papiro para la exportación se agotó. Algunos afirmaban que todo el papiro se empleaba para abastecer a la Gran Biblioteca, mientras que otros detectaron una trama destinada a impedir el desarrollo de colecciones rivales: elitismo, pasión y búsqueda que reconocerán todos los coleccionistas obsesivos de libros y mapas.

4. La primera universidad

La Biblioteca de Alejandría fue la primera universidad del mundo, un centro de investigación y diálogo, entre cuyos eruditos se encontraban el matemático Arquímedes y el poeta Apolonio. Allí se debatían los principios médicos y científicos, así como cuestiones de filosofía, literatura y administración política.

Aquí también fue donde se dibujaron los primeros mapas del mundo.

5. Alejandro

La creación de la Biblioteca se debe en gran parte a Alejandro Magno, que había estudiado con Aristóteles moral, poesía, biología, drama, lógica y estética. Tras sus conquistas, aspiró que su legado no fuera un símbolo de destrucción, sino de cultura. Un lugar donde la concepción helenística del mundo se difundiera por todo el imperio y más allá.

La Biblioteca se terminó varias décadas después de la muerte de Alejandro:

Si hoy diéramos un plano de la antigua Alejandría, veríamos un lugar metódico, un sistema reticular de bulevares y pasajes. Al este, un Barrio Judío densamente poblado, mientras que la Biblioteca y el Museo se hallan en el centro, en el Barrio Real. La ciuad está rodeada de agua, con el Gran Puerto (donde se hallan los palacios reales) en pequeñas islas, al norte. En el puerto se levanta el Faro, una de las Siete Maravillas del Mundo, de más de cien metros de altura, y sobre él arde una llama que, reflejada por un espejo, es visible a una distancia de 50 kilómetros mar adentro. Sería difícil no percibir la metáfora: Alejandría era una atalaya, un hito liberado y liberador en una ciudad que palpitaba con el pensamiento más avanzado.


miércoles, 11 de diciembre de 2013

El primer panda que vivió fuera de China

El primer panda que vivió fuera de China

Ruth Harkness con Su Lin
Un bebé panda nacido en el Zoológico Nacional en Washington DC ha capturado los corazones de los estadounidenses que votaron para decidir el nombre que se le dará este domingo, y siguieron por videocámara todos sus movimientos. La historia de amor que une al país con los pandas comenzó hace casi 80 años, cuando arribó el primer ejemplar con vida traído de China.
Ruth Harkness, una mujer de la alta sociedad estadounidense, estaba más acostumbrada a sostener un cigarrillo y un cóctel que un arma. Su esposo Bill era el explorador.
Pero tras su muerte en 1936, la diseñadora de moda neoyorkina de 35 años llegó hasta China para cumplir su sueño de traer a un panda gigante de vuelta a Estados Unidos.
Harkness encontró un guía estadounidense de origen chino, de 22 años, Quentin Youn, para que la ayudara a atravesar el territorio frecuentado por bandidos en las escarpadas montañas de China central.
"Era muy guapo", dice su sobrina, Jolly Young King. "Tenía el cabello peinado hacia atrás... parecía una estrella de cine".
Ruth Harkness con Quentin Young
Harkness se fue de expedición con Young y encontraron un bebé panda.
El hermano de Young, Jack, le había ayudado a los hijos del presidente de EE.UU. Theodore Roosevelt a localizar a un panda gigante unos pocos años antes. Le dispararon y se lo llevaron muerto a casa.
Harkness quería llevar uno con vida.
Ella y Young dejaron Shanghái el 26 de septiembre de 1936 en un barco de vapor, y se dirigieron a Chengdú, donde contrataron a un equipo de ayudantes.
"A pesar de todos los esfuerzos por ir ligeros de equipaje, nos fuimos al más puro estilo de caravana. 16 portadores, seis cargas, dos sillas, una cocina... Quentin y yo", escribió Harkness en una de sus muchas cartas a un amigo, Perkie, quien estaba en EE.UU.
Portadores
La expedición requirió de muchos portadores.
"No sé si será humanamente posible conseguir un panda o no, pero creo que sí lo es, yo lo conseguiré. Después de todo, querido, probablemente no hay más de tres personas de raza blanca que hayan visto alguna vez uno y nadie conoce sus hábitos o lo que comen, ni nada de eso", escribió.
"Espero que pueda conseguir un bebé... Tengo biberones, la tetina (de goma) y leche para él", escribió.
Durante los siguientes dos meses, surgió un romance entre Harkness y Young.
Ella estaba muy impresionada con él y le hacía un sinfín de preguntas sobre China. El joven también estaba interesado en ella... hasta cierto punto.
"Él no la encontró especialmente atractiva y no creo que sólo fue porque ella no era oriental", dice King.
"Sin embargo, creo que él admiraba su determinación. Nunca pudo entender por qué siempre llevaba una máquina de escribir con ella, a todas partes".
Harkness, panda y doctor
Cuando volvió a Shanghái, Harkness le pidió a un doctor que examinara a Su Lin.
A principios de noviembre, la expedición llegó a los bosques de bambú: el hogar del panda gigante.
"Estamos acampados en un lugar precioso, un riachuelo en el valle y la nieve a 600 o 700 metros arriba de nosotros. Quentin cazó esta mañana un goral, una especie de cabra, y comimos hígado en el almuerzo", escribió Harkness.
Tres días más tarde, tras enterarse de que había pandas cerca, oyeron gritos que procedían de la espesura del bosque, seguidos de un disparo.
Entonces, Young encontró un pequeño cachorro de panda acurrucado en el hueco de un árbol.
"Había oído un disparo poco antes de encontrar al bebé así que pensó que probablemente alguien había matado a la mamá, pero no estaba seguro", le dice King a la BBC.
"Se lo metió adentro de la camisa y se bajó del árbol para mirarlo".
Harkness estaba estática y le puso como nombre Su Lin, que significa "un poco de algo precioso".
Ella mantuvo al bebé panda vivo durante el camino de regreso por el bosque.
Harkness con panda en Nueva York
Su Lin vivió en el apartamento de Harkness antes de ser la estrella del zoológico de Chicago.
"Tenía la leche en polvo y se guió por sus instintos: le daban comida al bebé cada tanto, lo mantenían abrigado y cómodo, se turnaban para cargarlo en una canasta", explica King.
Harkness, quien nunca había tenido hijos, escribió: "Siento no saber más sobre bebés... a veces pienso que eso es lo único que no he experimentado".
Su siguiente reto era sacar al animal de China pero cuando llegó al puerto de Shanghái, los agentes de emigración lo confiscaron.
Su barco se fue sin ella. Se quedó en el cobertizo de la aduana con el panda toda la noche hasta que finalmente lo dejaron salir y pudo llevárselo registrándolo como si fuera un perro.
Durante varios meses, Su Lin vivió en el apartamento de Harkness en Nueva York, pero el plan siempre había sido venderlo.
Su Lin se convirtió en una estrella en el zoológico Brookfield de Chicago.
Harkness volvió a China al año siguiente y trajo otro panda, Mei Mei, quien vivió por un breve período con Su Lin, pero éste último murió de neumonía poco después.
Hoy en día, su cuerpo está exhibido en el Museo Field de Chicago.
Mei Mei murió en 1942.
Harkness escribió un libro sobre sus aventuras, "La dama y el panda". Murió en 1947 a la edad de 46 años.

sábado, 7 de diciembre de 2013

Nelson Mandela: 10 datos que no conocías del líder sudafricano

Nelson Mandela: 10 datos que no conocías del líder sudafricano

La vida del ex presidente de Sudáfrica siempre fue de conocimiento mundial. Aquí enumeramos algunas cosas que seguramente pasaron desapercibidas

Nelson Mandela: 10 datos que no conocías del líder sudafricano
Los elogios al ex presidente de Sudáfrica son unánimes en todas las partes del mundo (Foto:Reuters)

(elcomercio.pe). El primer presidente democrático de Sudáfrica, Nelson Mandela, considerado un referente mundial en la lucha por la libertad, falleció el jueves a los 95 años en su casa de Johannesburgo rodeado de su familia. Desde entonces, los elogios al hombre que derrotó el régimen racista apartheid no han dejado de parar.

Los líderes de las principales potencias del mundo, sin excepción, han elevado al cielo una oración y han lamentado la partida del querido y recordado “Madiba”. Desde el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, hasta la canciller alemana, Angela Merkel, han afirmado públicamente la admiración que sienten por el ex mandatario sudafricano.

Dicho esto. Se puede decir que la vida de Nelson Mandela siempre ha sido de conocimiento mundial. Decenas de libros y producciones audiovisuales se han inspirado en su legado. ¿Qué no se sabe de “Madiba”? Aquí presentamos una lista de 10 datos curiosos sobre la vida del hombre que cambió el destino de un país y que marcó, qué duda cabe, el siglo pasado.

EL PADRE DE SUDÁFRICA
El sitio que tiene Nelson Mandela en la historia del pueblo sudafricano es tan vasta que el Banco Central emitió el 2012 billetes con su rostro. Innumerables bustos y estatuas con su figura llenan el país africano, así como plazas y edificios están bautizados con su nombre. En la iglesia católica Regina Mundi de Soweto, que fue un centro de protestas y funerales de activistas durante los años de la segregación racial, hay un vitral de Mandela con los brazos levantados. Y la aerolínea South African Airways tiene su silueta en los aviones.

MANDELA Y EL DÍA DE SAN VALENTÍN
Google y los biógrafos de Mandela inauguraron el año pasado un ambicioso proyecto digital, con una inversión de 1,25 millones de dólares, para preservar el legado de “Madiba” y para que cualquier persona con acceso a internet pueda ver cientos de documentos y fotografías de su vida.

En uno de los documentos, que en realidad es un manuscrito que data de 1995, el ex presidente de Sudáfrica reflexiona sobre del Día de San Valentín. Fecha que el propio líder africano decía que “colosalmente ignoraba”, pues creció en el campo en una familia de analfabetos.

LOS DOS HIMNOS
Cuando Nelson Mandela asumió la presidencia de Sudáfrica, en 1994, luego de estar 27 años preso, en la ceremonia de toma de mando, se colocó una de sus manos en el pecho y cantó los dos himnos de su país. Uno era el del apartheid, “Die Stem” (La voz), y el otro era el africano, “Nkosi Sikelel” iAfrika” (Que dios bendiga a África).

SU APODO DE TODA LA VIDA
Según la fundación de Mandela, el nombre Nelson se lo debe a su profesora que lo llamó así el primer día de clases cuando era un niño en su natal Qunu. El nombre que le puso su padre a Mandela fue Rolihlala. Las razones por las que la maestra eligió ese nombre para llamar así al ex presidente sudafricano se desconocen, aunque durante esa época era común que los africanos sean llamados con nombres en inglés para facilitar la pronunciación de los colonos.

El propio Nelson Mandela recordó cómo en la escuela cambiaron su nombre africano. “Cuando fui a la escuela, la señorita maestra, Miss Mtingane, me preguntó: ¿Cuál es tu nombre? Le dije mi nombre africano: Rolihlahla. Ella dijo: No, no quiero ese nombre, debes tener un nombre cristiano. Entonces yo dije: No tengo ninguno. Ella dijo: Desde hoy, vas a ser Nelson.

EL TATA
En Sudáfrica llaman a Mandela con cariño “Tata”, pues es considerado el padre de la democracia de su país. En lengua xhosa significa padre.

NELSON EL DURO
A pesar de ser uno de los referentes de la paz y la justicia, Mandela también podía ser una persona ruda. Por ejemplo, cuando periodistas de raza negra criticaron su gobierno, “Madiba” los presentó como los “títeres de los blancos dueños de los medios de prensa”. De la misma manera sucedía con los blancos que le presentaban quejas. Mandela los despedía criticándolos por tratar de “recuperar sus antiguos privilegios”.

LUCHA CONTRA EL SIDA
Otras de las grandes batallas que enfrentó Mandela fue contra el SIDA, luego de reconocer públicamente, en el 2005, que su hijo Makgatho había fallecido por culpa de la mencionada enfermedad.

46664
El régimen racista apartheid condenó al ex presidente a cadena perpetua en la presión de Robert Island, ubicada frente a la costa de Ciudad del Cabo. Allí pasó casi dos décadas de su vida siendo el interno 46664. Mandela pasaba las noches escribiendo en su pequeña celda con piso de hormigón. Todos los guardias eran blancos y todos los prisioneros eran negros, mestizos o asiáticos.

En junio de este año, el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, primer mandatario afroamericano en llegar a la Casa Blanca, visitó la prisión de Mandela junto a su esposa.

NELSON Y WINNIE
Nelson Mandela se divorció de Winnie Madikizela-Mandela en 1996, lo que puso fin a una poderosa alianza que duró decenios de lucha. Mientras él estaba preso, ella se convirtió en una líder por derecho propio, dirigiendo marchas con el puño alzado y creando una base dentro del ala radical del Congreso Nacional Africano. Madikizela-Mandela perdió influencia cuando Mandela encaminó el CNA por un rumbo más moderado, según informa el portal Infobae.

Cuando Mandela salió de prisión, ya estaban distanciados políticamente. Poco después, las consecuencias personales de años de separación física se hicieron aparentes. Al culminar su gobierno, Mandela se retiró de la vida pública y se centró en su familia que se había quedado relegada a un segundo plano durante la batalla contra el apartheid.

LA OFICINA DE MANDELA
Luego de concluir su mandato, el ex presidente sudafricano se instaló en una oficina recién remodelada en Johannesburgo, lugar que alberga el Centro de la Memoria de Nelson Mandela. Allí trabaja regularmente.

La oficina incluye fotografías enmarcadas de Mandela en tiempos de mejor salud, con su esposa Graca Machel, el secretario general de la ONU Kofi Annan, su colega activista Walter Sisulu y otros. Un guante de boxeo, un bate de cricket y un caso de la policía británica están entre los regalos que se muestran en la oficina.