domingo, 28 de diciembre de 2014

El día en que la flota alemana se rindió entera

El día en que la flota alemana se rindió entera

Obra de Charles Pears. "La flota alemana anclada cerca de Inchkeith, fiordo de Forth: Tras la rendición, 22 de noviembre de 1918"
Obra de Charles Pears. "La flota alemana anclada cerca de Inchkeith, fiordo de Forth: Tras la rendición, 22 de noviembre de 1918"
El día del Armisticio se recuerda como el día en que terminó la Primera Guerra Mundial. Pero para los historiadores navales, la victoria más importante de Reino Unido ocurrió 10 días más tarde. "Operación ZZ" era el nombre código para la rendición de la todopoderosa armada alemana.
Quienes fueron testigo del "Der Tag" o "El Día" nunca olvidarán lo que vieron: la reunión de naves de guerra más grande nunca vista.
No había amanecido en el fiordo de Forth, en Escocia, cuando los poderosos acorazados de la Gran flota de la marina inglesa comenzaron, uno por uno, a levar anclas.
El crucero de guerra Hinderburg es fotografiado por reporteros en el momento de su entrega
No hubo intercambio de fuego en la victoria más importante de Reino Unido en la I Guerra Mundial: sólo la entrega pacífica de la flota alemana.
Los más 40 enormes buques de guerra empezaron a moverse lentamente, con dirección al este. Cuando la procesión de acero se dirigía a aguas abiertas del Mar del Norte, más de 150 cruceros de guerra y destructores se le unió.
La flota más poderosa que nunca partiera de las costas británicas se dirigía a un encuentro final con su enemigo mortal, la Flota de altamar alemana.
La victoria sería total. Pero no habría de haber una batalla. Tras cuatro años de estancamiento naval, este sería el día en que Alemania le entregaría su naves de guerra a los británicos, sin disparar un tiro.
Era el 21 de noviembre de 1918.

Rendición y gesto

Después de una tensa negociación, Alemania había accedido a entregar su flota, la segunda más grande del mundo después de la Marina Real, a los británicos. El enorme grupo de barcos que se reunió para recibir a los alemanes fue un comité de bienvenida tan arrollador que no admitía ningún cambio en los planes.
El barco de guerra alemán Grosser Kurfuerst en su camino al fiordo de Forth
La flota alemana era la segunda más grande del mundo, después de la británica.
"La Armada Real percibió algo que no percibieron los otros. Querían subrayar que los alemanes habían sido derrotados realmente, y nada lo logra mejor que hacer que la flota enemiga se te entregue", dice Andrew Choong, curador de barcos, mapas y fotografías históricas del Museo Marítimo Nacional de Greenwich.
Era una escena que quienes la vieron nunca podrán olvidar. Un corresponsal del Times, que la apreciaba desde la cubierta de un barco británico, el HMS Queen Elizabeth, escribió emocionado: "no hay paralelo en los anales de la guerra por mar a este memorable evento que he tenido el privilegio de atestiguar hoy".
"Fue la defunción de una tropa entera y marcó el final y la rendición innoble de un contrincante presumido a la supremacía naval de Reino Unido".

Bloqueo económico

Dos días antes, nueve buques de guerra alemanes, seis cruceros de guerra, siete cruceros y 50 destructores habían partido hacia el oeste. Bajo los términos del Armisticio que había puesto fin a la guerra, tenían que entregarse en el fiordo de Forth, antes de ser llevados al solitario fondeadero de Scapa Flow, en Orkney.
Era una flota que había sido concebida para desafiar la supremacía británica en el mar. Su construcción había encendido una carrera armamentista en el mar que contribuyó a poner a los dos países uno en contra del otro.
La tripulación del HMS Barham observa la rendición
El almirante Beatty reconoció el esfuerzo de los marinos de guerra británicos.
Como isla que dependía de las importaciones de alimentos, Reino Unido tenía que dominar las olas. Una derrota en el mar ante los alemanes habría conducido a un bloqueo, posiblemente a la hambruna y a la rendición.
Los comandantes navales sabían que no tenían opción. Como dijo Winston Churchill, Sir John Jellicoe, el almirante que lideró a la Marina Real hasta 1916, era "el único hombre en cualquiera de los bandos que podía perder la guerra en una sola tarde".
Para evitar esa posibilidad, Reino Unido construyó más barcos, y más grandes, que Alemania. En el transcurso de la guerra mantuvo una ventaja de aproximadamente dos a uno en términos de buques de guerra. Esta superioridad numérica había sido diseñada para hacer que una derrota fuera imposible, para embotellar a los alemanes al otro lado del Mar del Norte.
Y funcionó.
"Se ha dicho mucho acerca de cuán cerca estuvieorn los U-boots alemanes de estrangular a Reino Unido en 1917, pero si lo miras del otro punto de vista, a principios de 1915 no había barcos mercantes alemanes en el mar", explica Andrew Choong.
"El comercio por mar alemán efectivamente fue cerrado de la noche a la mañana. Esto terminó causándole más problemas en la guerra".
El bloqueo de Alemania significó que para 1918 eran los alemanes quienes estaban pasando hambre, no los británicos. Como consecuencia hubo desórdenes públicos y después un clamor por la paz. Para historiadores marítimos como Andrew Choong, la derrota estratégica de Alemania en el mar fue una contribución aún más importante de Reino Unido a la victoria que las batallas que se libraron en tierra.
"Personalmente pienso que la contribución marítima fue la más importante, pero no en batalla, sino a través de la estrangulación más silenciosa por la vía del bloqueo", dice.

Listas para la acción

Mientras lideraba a su flota fuera del fiordo de Forth, sir David Beatty, el sucesor de Jellicoe como comandante en jefe de la Gran flota, podía contar con su enorme superioridad para disuadir a los alemanes intentar un desafío final. Además de sus buques, tenía el apoyo de cinco barcos de guerra estadounidenses y tres franceses.
El almirante alemán Otto Maurer sube al HMS Queen Elizabeth
La bandera alemana fue arriada al atardecer.
Sin embargo, no iba a tomar ningún riesgo. Sus órdenes, emitidas la noche antes, era muy claras: las embarcaciones debían que estar listas para entrar en acción si era necesario.
En su camino hacia el Mar del Norte, la Gran flota formó dos columnas masivas: una hacia el norte y otra hacia el sur, a unos nueve kilómetros de distancia la una de la otra.
Justo antes de las 10:00 se encontró con los alemanes, liderados a su rendición por el crucero ligero británico HMS Cardiff. Las columnas aliadas giraron hacia el oeste, formando una escolta arrolladora a ambos lados de los alemanes.
"Entre las dos líneas estaban los alemanes, liderados por el Cardiff, como una manada de gigantes marinos liderados por un pececito. Sobre ellos volaba una aeronave británica. Primero entraron los cruceros de guerra, encabezados por el Seydlitz", describió el corresponsal del Times.
Al final de la mañana todo había terminado. Los buques alemanes, excepto un destructor que se había topado con una mina y se había hundido, anclaron en la costa de la Isla de May en las afueras del fiordo de Forth, rodeados por sus carceleros.
"La bandera alemana será arriada al atardecer y no será izada de nuevo sin permiso", fue el inequívoco mensaje de Beatty.

Destinado a no durar

Antes de celebrar una misa de acción de gracias a bordo del HMS Queen Elizabeth, el almirante le dio las gracias a los marineros de la Gran flota.
"Felicitaciones por una victoria que ha sido obtenida sobre el poderío naval de nuestro enemigo. La grandeza de este logro no se ve disminuida de ninguna manera porque este episodio final no tomó la forma de una acción de flota", dijo.
La Marina Real estaba en la cima de su poderío. Reino Unido dominaba las olas. "Entonces, Reino Unido era la potencia mundial naval, y la segunda potencia acababa de entregarle sus barcos", explica Choong.
Pero no estaba destinado a durar. Pocos meses más tarde, la flota alemana estaba en el fondo de Scapa Flow, hundida por unas tripulaciones esqueleto, en un acto desafío final.
El HMS Queen Elizabeth y otros barcos de guerra británicos en alineación
Aquella jornada del 21 de noviembre, Reino Unido dominó las olas.
Marineros alemanes se entregan
Los alemanes se entregaron sin intentar una demostración final de fuerza.
Sin enemigo que enfrentar, y desesperada por recortar los presupuestos militares, la Marina Real no podía justificar el gasto de estos barcos masivos.
"La mayoría fueron hechos chatarra entre los años 20 y los 30. Un puñado de los mejores sirvieron en la Segunda Guerra Mundial", explica Choong.
Al menos uno de los barcos de guerra británicos, el HMS Hercules, fue remolcado por el Mar del Norte para enfrentar su destino en el deshuesadero del puerto de Kiel, en Alemania.
Pero al caer el sol la tarde del 21 de noviembre de 1918, nada de aquello podía avizorarse. Mezclado con el sonido de los cornetines se oían los "vivas" de los marineros de la Gran flota. El reportero del Times no tenía duda de haber presenciado un espectáculo único:
"El plan de la operación no logra ilustrar la escena, pero debe quedar registrada para la historia por siempre, pues indica una disposición de las flotas hostiles como no nunca había sido vista antes y probablemente como no se verá nunca más".

lunes, 15 de diciembre de 2014

¿Sobrevivieron los tres presos que huyeron de Alcatraz?

¿Sobrevivieron los tres presos que huyeron de Alcatraz?


Aún continúa siendo un misterio la suerte que corrieron Clarence Anglin, John Anglin y Frank Morris, los tres reclusos que se escaparon de Alcatraz.

Los tres prisioneros famosos que se escaparon de la prisión de Alcatraz (en la isla que lleva el mismo nombre), en Estados Unidos, pudieron haber llegado a la costa con vida, a pesar de que las probabilidades estaban en contra, según reveló un nuevo estudio.
El trío se fugó en 1962 cruzando las aguas en una balsa y nunca más fue encontrado.
Ahora, un nuevo modelo por computadora indica que, si se marcharon a la medianoche, es posible que sobrevivieran y llegaran a tocar tierra.
Pero, si partieron antes o después, lo más probable es que perecieran en las frías aguas de la Bahía de San Francisco.
La investigación fue llevada a cabo por científicos de la Universidad Delft y el Instituto de Investigación Deltares, ambos en Holanda.

Rostros de pelo y jabón



Cabezas de papel higiénico, pelo y jabón
De falta de ingenio no se los puede acusar: para engañar a los guardias, los reclusos dejaron en la cama cabezas de muñecos hechas con papel higiénico, pelo y jabón.

El escape, inmortalizado por Clint Eastwood en la película "La fuga de Alcatraz", es uno de las más complejos y audaces que se haya intentado nunca.
Clarence Anglin, John Anglin y Frank Morris -tres asaltantes de banco- pasaron meses cavando un túnel desde sus celdas de cemento con ayuda de unas cucharas afiladas.
La noche del 11 de junio de 1962 dejaron en sus camas cabezas de muñecos hechas con pelo, papel higiénico y jabón y huyeron en cuatro patas de la que era considerada una de las prisiones más seguras del país.


Cabezas imitando a los reclusos
Antes de partir, la noche del 11 de junio, los muñecos fueron colocados en las camas.

Se cree que al llegar a la orilla construyeron una balsa inflable con impermeables e ingresaron a la Bahía de San Francisco entre las 20:00 y las 02:00, según documentos del FBI.
A pesar de los intensos esfuerzos de búsqueda, los hombres nunca fueron hallados.
Si sobrevivieron y llegaron a la costa o si perecieron al intentar cruzar las aguas continúa siendo un misterio.

Modelo

Y revelar este misterio es precisamente lo que se propuso este equipo de investigadores holandeses.


Alcatraz
La cárcel era considerada una de las más seguras del país. Se cerró en 1963.

"Mi colega, Olivier Hoes, estuvo trabajando en un modelo hidráulico llamado 3Di en colaboración con varias empresas, agencias y universidades holandesas", le explicó a la BBC Rolf Hut, científico del proyecto.
"Es un modelo hidráulico de avanzada para simular el movimiento de cuerpos de agua en deltas y bahías".
Con este modelo, explica Hoes, "él estuvo simulando el movimiento de las aguas en la zona de la Bahía de San Francisco, y pensé que podíamos tratar de reevaluar lo que ocurrió en 1962".
El equipo utilizó información sobre el flujo de las mareas de la noche de la fuga para modelar el movimiento de las aguas.

Medianoche, el momento perfecto

"Como no sabíamos la hora exacta en la que partieron con los botes o el punto exacto de partida, decidimos lanzar 50 botes virtuales cada 30 minutos entre las 20:00 y las 04:00 desde distintos sitios de escape posibles en Alcatraz, para ver a dónde llegaban", le dijo a la BBC Fedor Baart, especialista en simulación de Deltares.



A esto le añadieron el efecto de los remos, asumiendo que los reclusos remaron para impulsarse hacia la costa.
Así, descubrieron que si el escape ocurrió antes de la medianoche, lo más probable es que murieran en el intento.
"En el peor de los casos, en el que remar no hubiese servido de nada, la marea los habría empujado hacia el océano y se habrían muerto de hipotermia", dice Hut.
Pero si entraron en el agua más tarde, después de la 01:00, la corriente habría cambiado de dirección, llevándolos a otra parte.
Las rutas podrían haber sido varias y todas suponen mucho tiempo en el agua, con lo cual también habrían muerto de hipotermia o habrían sido descubiertos por la policía porque ya estaría amaneciendo.

Oportunidad

Sin embargo, los investigadores descubrieron una pequeña ventana de oportunidad en la que la supervivencia habría sido posible.
Si el trío partió a la medianoche y remó hasta el norte, las fuertes corrientes habrían funcionado en su favor.


Alcatraz
Las medidas de seguridad de la cárcel no impidieron que decenas de reclusos intentaran huir. En total, se registraron 14 intentos de fuga.

"Si tocaron el agua exactamente a la medianoche, la corriente los había empujado hacia el puente del Golden Gate", le explica Hut a la BBC.
Una vez cerca del puente, la corriente habría cambiado de dirección. Se habría producido un momento de calma en las aguas, y esto les habría permitido llegar a tocar tierra, al norte del puente.
El modelo también predijo que cualquier resto de la balsa tendría que haber flotado hacia la isla Ángel, que es donde el FBI encontró un remo y algunos efectos personales.
Los investigadores dicen que el modelo no pudo demostrar exactamente qué pasó, pero contribuye a esclarecer los escenarios posibles.

domingo, 14 de diciembre de 2014

Albert Einstein: Pensamientos para reflexionar

Albert Einstein: Pensamientos para reflexionar

Te interesa saber que opinaba el famoso físico acerca de la política, la religión, la familia y el amor, pues te lo mostramos

Albert Einstein: Pensamientos para reflexionar
(Foto: AP)

(elcomercio.pe). Albert Einstein es un hombre que jamás dejará de ser interesante, ya que se volvió el símbolo de que la ciencia no siempre es seria o cuadrada, sino que la imaginación y creatividad son una parte fundamental. Es por eso que muchas personas siguen preguntándose cómo era realmente este genio.

Para ese gran público, la especialista en temas de Albert Einstein, Alice Calaprice, compiló 1.600 frases del famoso físico en un libro. Más allá de hablar sobre ciencia, las citas recogen su opinión sobre la familia, el amor, la política, Dios y el patriotismo.

ALBERT EINSTEIN, UN HOMBRE COMÚN

Aunque muchos lo consideraron, lo consideran y lo considerarán un genio, el mismísimo Albert Einstein no tenía esa noción de sí mismo.

“No tengo ningún talento especial. Solo soy apasionadamente curioso” (a Carl Seeling, su biógrafo, en 1952).

Esa sencillez lo caracterizó, incluso en el momento de vestirse:

"Si quieren verme, aquí estoy. Si quieren ver mi ropa, que abran mi armario" (frase para su segunda esposa Elsa, luego que ella le sugiriese cambiarse de ropa antes de recibir una visita).

Asimismo, tenía muy claro que el éxito no se medía en fama ni en riqueza y que se conseguía a base de esfuerzo:

“Si A es el éxito en la vida, entonces A=x+y+z. El trabajo es la x, el juego la y, y z es mantener la boca cerrada” (frase publicada en el New York Times en 1929).

“Solo una vida vivida para los demás es una vida que ha valido la pena” (citado en el New York Times en 1932).

Pero no sólo eso, también estaba muy seguro sobre lo que era el matrimonio:

"El matrimonio solo es una esclavitud con apariencia civilizada" (citado por el arquitecto Konrad Wachsmann, quien le diseño una casa de verano).

ALBERT EINSTEIN, EL EDUCADOR

Einstein nunca fue un fanático de las buenas notas, su concepto de aprendizaje se basa en mantenerse constante. Así lo demuestra en la siguiente frase dirigida su hijo Hans Albert en 1916:

“No te preocupes por las notas. Asegúrate de tener las tareas al día y que no tengas que repetir curso. No es necesario tener buenas notas en todo”.

Además, intentó siempre volver simple lo complicado:

“Una hora sentado con una chica guapa en un banco del parque pasa como un minuto, pero un minuto sentado sobre una estufa caliente parece una hora (explicación que le dio a su secretaria Helen Dukas para que ella la repitiera a periodistas y personas alejadas de la ciencia).

ALBERT EINSTEIN Y DIOS

En una de sus frases Einstein deja claro que era difícil para él creer en la noción de la vida después de la muerte y de que la creación haya sido resultado del azar:

“Resulta difícil echarle un vistazo a las cartas de Dios. Pero que hubiera decidido jugar a los dados con el mundo (...) eso es algo que no puedo creer ni por un instante (a Cornel Lanczos, matemático y físico húngaro, en 1942).

“No puedo imaginar un Dios que recompense y castigue los objetos de su creación. Tampoco puedo creer que el individuo sobreviva a la muerte del cuerpo, aunque los espíritus débiles sostienen dicha idea por miedo o por un egoísmo ridículo. Para mí resulta suficiente contemplar el misterio de la vida consciente perpetuándose a lo largo de la eternidad” (durante un foro en 1930).

ALBERT EINSTEIN, EL HUMANISTA

Einstein era alemán pero tenía origen judío. Es por eso que durante una entrevista en la revista “Saturday Evening Post” le preguntaron que se consideraba, a lo que respondió:

“Es posible ser ambas cosas. El nacionalismo es una enfermedad infantil. Se trata del sarampión de la humanidad”.

Incluso, en el mismo medio, se refirió al tema de la supuesta raza pura:

“La raza es un fraude. Todos los pueblos modernos son un conglomerado de tantas mezclas étnicas que no existe ninguna raza pura”.

ALBERT EINSTEIN, EL PACIFISTA

Sólo es necesario leer la siguiente frase para descubrir la opinión del científico sobre la guerra:

“El hombre que disfruta marchando en fila al ritmo de la música tiene todo mi desprecio. Este heroísmo a la orden, esta violencia sin sentido, este maldito alarde de patriotismo... ¡con qué intensidad los desprecio! La guerra es baja y despreciable, y prefiero que me hagan pedazos a participar en algo así” (durante el foro “De What I Believe” en 1930).

ALBERT EINSTEIN Y LA ENERGÍA ATÓMICA

Dos años después de la caída de la bomba atómica, Einstein estaba seguro que está energía era la más revolucionaría de la época:

“Con la aparición de la energía atómica, nuestra generación ha traído al mundo la fuerza más revolucionaria desde que el hombre descubrió el fuego” (en una carta de apoyo al Emergency Committee of Atomic Scientists en 1947).

lunes, 8 de diciembre de 2014

El viaje por Sudamérica del Che Guevara

El viaje por Sudamérica del Che Guevara

"El personaje que escribió estas notas murió al pisar de nuevo tierra argentina. El que las ordena y pule, "yo", no soy yo; por lo menos no soy el mismo yo interior. Este vagar sin rumbo por nuestra "Mayúscula América" me ha cambiado más de lo que creí." Ernesto "Che" Guevara. Notas de viaje.
  • Foto de la noticia.
(overlandmagazine.es). En 1952  Alberto Granado convence a su amigo Ernesto Guevara en realizar un viaje por América con una vieja Norton 500 de 1939 a la que bautizaron con el nombre de la "Poderosa II". Su cilindrada era de 490 cc, monocilíndrica, de cuatro tiempos y 29 CV podía alcanzar una velocidad de unos 125 km/h. La suspensión era uno de sus puntos débiles con un chásis rígido y suspensión delantera en paralelograma. Su intención llegar hasta los Estados Unidos. Salieron el 4 de enero de 1952, desde San Francisco, Córdoba en la moto de Granado. Esta iba cargada hasta los topes con todo tipo de utillería: mantas, ropas, impermeables, lonas, sogas, cadenas, palas, picos, calentadores, baterías de cocina e incluso armas El viaje duró siete meses y 12.000 kilómetros después de pasar por Buenos Aires, Miramar y Bariloche, entraron a Chile por el lago Todos los Santos. En Chile pasaron por Osorno, Valdivia, Temuco y Santiago donde abandonaron la moto, averiada definitivamente. En las primeras pistas que recorrieron se llegaron a caer hasta nueve veces, dejando a la Poderosa II bastante maltrecha. Alberto se encargaba de las reparaciones con ingenio pero era ya tantas las cicatrices que tenía que se vieron obligados a abandonarla.
Se dirigieron al puerto de Valparaíso desde donde viajaron como polizones en un buque carguero hasta Antofagasta. Desde allí por tierra, principalmente en camiones, visitaron la gigantesca mina de cobre de Chuquicamata para dirigirse luego a la frontera con Perú, subiendo la cordillera por la provincia de Tarata, en la región de Tacna, hasta al lago Titicaca.En abril llegaron al Cusco, la antigua capital del Imperio Inca. Visitaron las ciudades incaicas del Valle Sagrado de los Incas y Machu Pichu y luego partieron hacia Abancay, capital de la Región Apurímac, donde visitaron el leprosario de Huambo, cerca de la ciudad de Andahuaylas.
El 1 de mayo de 1952 arribaron a Lima donde establecieron una estrecha relación con el médico "Hugo Pesce",44 conocido especialista en lepra, discípulo de José Carlos Mariátegui y dirigente del Partido Comunista Peruano, que influiría decisivamente en las decisiones de vida que adoptaría Guevara. El doctor Pesce los conduce al Hospital Portada de Guía, un leprosorio ubicado en la periferia de Lima.45 En este lugar atienden a los pacientes del mal de Hansen y habitan por unos meses. Pese a no tener terminados los estudios de medicina sus conocimientos les servían para conseguir cama y comida a cambio de su ayuda. De allí se dirigieron a Pucallpa donde embarcaron hacia Iquitos y se instalaron para colaborar con el leprosario de San Pablo a las orillas del río Amazonas, donde médicos y pacientes les regalaron una balsa llamada "Mambo-Tango" para continuar su viaje navegando el río aguas abajo.
Posteriormente se embarcaron en la balsa y llegaron hasta la población fronteriza colombiana de Leticia, donde desempeñaron como entrenadores del equipo de fútbol del pueblo. Volaron en hidroavión a Bogotá y allí se alojaron en las instalaciones de la ciudad universitaria de la Universidad Nacional de Colombia y su hospital, el San Juan de Dios. En ese momento, Colombia atravesaba la época de La Violencia, donde fueron arrestados pero prontamente liberados. En bus se dirigieron a Caracas, capital de Venezuela, donde Granado obtuvo empleo en un leprosario por recomendación de Pesce. Ernesto, por su parte, debía terminar sus estudios, por lo que decidió volver, utilizando un avión de carga de un familiar que hacía escala previa en Miami, donde trabajó de empleado doméstico de una azafata y lavaplatos en un restaurante. El 31 de julio de 1952 volvió a Buenos Aires.
Mural en la plaza principal de laUniversidad Nacional de Colombia, llamada "Plaza Santander" pero conocida generalmente como "Plaza Che", Bogotá,Colombia.
Tanto Guevara como Granado realizaron diarios de viaje, mundialmente conocidos como "Diarios de motocicleta", en los cuales se basó la película de Walter Salles de 2004, que relata este periplo. Para ambos el viaje significó un contacto directo con los sectores sociales más relegados y explotados de América Latina. Para Ernesto Guevara resultó importante para comenzar a definir sus ideas y sentimientos sobre las graves desigualdades sociales latinoamericanas, el papel de los Estados Unidos y cuales podrían ser las soluciones.

La influencia del médico Hugo Pesce sobre Ernesto fue muy grande, tanto por su visión mariateguista del marxismo, que replanteaba el papel de los indígenas ycampesinos en los cambios sociales en América Latina, como por el ejemplo personal de vida como médico dedicado a los problemas de salud de los pobres y marginados. Al publicar su primer libro, La guerra de guerrillas, el Che Guevara le envió un ejemplar dedicado a Pesce diciéndole que reconocía haberle provocado "un gran cambio en mi actitud frente a la vida".46

domingo, 7 de diciembre de 2014

¿Qué comían los tiranos?

¿Qué comían los tiranos?


"Eres lo que comes", dice el adagio, pero también cuenta cómo y con quién te lo comes. La comida puede afectar tu genio, tus entrañas y tu opinión sobre el mundo y la vida, según Victoria Clark y Melissa Scott, autoras de "Dictators' Dinners: A Bad Taste Guide to Entertaining Tyrants" (Cenas de dictadores: una guía de mal gusto para agasajar a tiranos). Así le cuentan a los lectores de la BBC lo que descubrieron.
En esta época de apasionados por la gastronomía, de sibaritas y de lo gourmet, nos pusimos en la tarea de someter al escrutinio culinario a algunos de los más infames tiranos del siglo XX.
Sin ninguna intención de mitigar sus crímenes humanizándolos, quisimos rebajarlos a la talla humana: la línea entre hombre y monstruo puede ser muy fina.
A pesar de que debimos concluir que no se le puede atribuir a ningún alimento o ninguna constitución física el que alguien hacer el mal o sufra de delirios de grandeza, sí detectamos señales de algunos patrones.

Grasa de cerdo y sardinas


Nicolae Ceausescu y su esposa Elena en 1981 en Bucarest
Nicolae Ceausescu y su esposa Elena en 1981 en Bucarest... ¿comiendo lo que trajeron?

A medida que varios de estos hombres envejecían, se tornaban más y más obsesivos con la pureza de lo que comían.
El norcoreano Kim Il-sung ordenó que todos sus granos de arroz fueran seleccionados individualmente y creó un instituto cuyo único propósito era encontrar la manera de prolongar su vida.
El jefe del partido Comunista de Rumania Nicolae Ceausescu irritaba a los homólogos a los que visitaba pues llegaba con toda su comida; a Tito, el líder de la vecina Yugoslavia, le sorprendió su insistencia en tomar jugos de vegetales crudos con un pitillo, mientras rechazaba cualquier alimento sólido.
La vasta mayoría de nuestros dictadores eran de origen humilde, lo que significaba que sus platos favoritos distaban mucho de ser del estilo de El Cordón Azul.

Grasa de cerdo
El plato favorito de Tito: grasa de cerdo caliente.

Aunque era espléndido cuando recibía a la realeza y a estrellas de teatro y cine, lo que le fascinaba comer a Tito era un pedazo de grasa de cerdo caliente.
Cuando estaba en casa, la debilidad de Ceausescu era un estofado hecho con un pollo entero... patas, pico y demás.
El piadosamente católico Antonio Salazar de Portugal adoraba las sardinas, que le recordaban de su infancia, cuando tenía que compartir una sola sardina con su hermano.

Heces de campesinos búlgaros

Entre los sujetos que investigamos, algunos de los más conocidos -Adolf Hitler, Mao Zedong y Benito Mussolini- sufrían de problemas digestivos debido al estrés de las gigantescas responsabilidades que cargaban sobre sus hombros.


La flatulencia crónica de Hitler puede haber sido la razón por la que se volvió vegetariano y permitió que un curandero llamado Theodoro Morrell lo medicara con hasta 28 pociones distintas, incluyendo una hecha con extracto de heces de campesinos búlgaros.
A Muammar Gaddafi, en cambio, no le molestaba su flatulencia, que era famosa.
A Mussolini, en medio de la Segunda Guerra Mundial, tuvo que examinarlo un doctor nazi cuyo diagnóstico fue que estaba peligrosamente estreñido.
En contraste, Mao Zedong, un carnívoro apasionado, fue de por vida un mártir de sus "necesidades": "Como mucho y excreto mucho", reportó en una carta a un camarada en sus primeros días.
Mucho después, en una visita a la Unión Soviética para encontrarse con Iósif Stalin, se enfureció pues no pudo defecar debido a que el tipo de inodoro al que estaba acostumbrado no existía en Moscú.

Veladas provocadoras

El camarada Stalin parece haber tenido una constitución de hierro... en su casa de campo en Kuntsevo se servían deliciosas especialidades georgianas junto con abusivos juegos de poder.

Stasivi
Stasivi -pollo con salsa de nueces- uno de los platos de Georgia preferidos por Stalin.

Duraban unas cinco o seis horas, de las 11 de la noche a las 5 de la mañana por ejemplo, y eran una forma de tortura refinada gracias a la participación obligada en juegos de bebedores, canciones y danzas.
El exceso de alcohol mezclado con el miedo paralizador y las bromas crueles dejaron una vez a Nikita Khrushchev en un estado miserable, incapaz de mantener el equilibrio e incontinente.
La única manera que encontró el camarada Tito de Yugoslavia para evitar tal destino fue vomitar adentro de las mangas de su chaqueta.
Al parecer, Ferdinand e Imelda Marcos también disfrutaban de veladas retadoras, aunque un poco menos brutales. En una ocasión, Imelda le ordenó a todos los altos mandos del ejército filipino que se vistieran como mujeres para una de las fiestas de cumpleaños de su marido.

Un cerdito llamado Hitler
Un cerdito llamado Hitler: un homenaje curioso para un vegetariano.

El vegetariano Hitler aparentemente hablaba durante la comida sobre lo que ocurría en los mataderos ucranianos de tal manera que sus invitados carnívoros no podían seguir comiendo.
Sin embargo, es difícil imaginarse que una conversación de ese estilo hubiera hecho que ni Jean Bedel Bokassa, de la República de África Central, ni Idi Amin, de Uganda, ni Francisco Nguema, de Guinea Ecuatorial, perdieran el apetito.
Hay fuertes sospechas de que todos ellos pecaron de canibalismo.
Nosotras en el libro no incluimos la receta para preparar un cuerpo humano relleno de arroz y flambeado con ginebra, como lo hizo el antiguo cocinero de Bokassa, quien no podía recordar si el cadáver que asegura que Bokassa le ordenó que preparara era de hombre o mujer.

Salvándole la vida al líder

Los degustadores inevitablemente eran imprescindibles y muy valorados entre los más crueles y paranoicos de nuestros personajes.
Hitler tenía un equipo de 15 degustadoras a mano durante los años de la guerra: nada llegaba a su mesa hasta que se confirmara que las chicas seguían vivas 45 minutos después de ingerirlo.

Saddam Hussein

El hijo de Saddam Hussein, Uday, fue golpeado y encarcelado por matar a uno de los degustadores que servían a su padre.
Ceausescu de Rumania nunca viajaba sin su oficial de seguridad, quien además era químico e iba equipado con un laboratorio móvil para examinar la comida.
Pero al final, por supuesto, por más degustadores, químicos, caprichos y meticulosidades, nada los iba a salvar de lo que nos espera a todos: la muerte... que para muchos de ellos fue violenta.