sábado, 10 de abril de 2010

Tragedia: murió el presidente de Polonia en un accidente de avión en Rusia

Tragedia: murió el presidente de Polonia en un accidente de avión en Rusia

Lech Kaczynski volaba acompañado de casi todo su gabinete y de los principales jefes del Ejército. 96 personas han fallecido. Habrá elecciones anticipadas

Sábado 10 de abril de 2010
Un avión en el que viajaba el presidente de Polonia, Lech Kaczynski, se ha estrellado durante la maniobra de aterrizaje en el aeropuerto de Smolensk en el oeste de Rusia.(Reuters)

Somlensk (Reuters) . El presidente de Polonia, Lech Kaczynski, el gobernador del banco central y el jefe del Ejército del país estaban entre las 96 personas que murieron el sábado cuando el avión en el que viajaban se estrelló en medio de una densa neblina en Rusia.

La esposa del mandatario polaco y varios funcionarios de alto rango del Gobierno también estaban a bordo del avión Tupolev Tu-154, que se precipitó sobre un bosque cuando se acercaba al aeropuerto de Smolensk, en el oeste de Rusia.

“Las consecuencias políticas serán a largo plazo y posiblemente cambiarán por completo el futuro panorama político de Polonia”, dijo Jacek Wasilewski, profesor de la Escuela Superior de Sicología Social de Varsovia.

El portavoz del Gobierno polaco Pawel Gras anunció que el país realizaría elecciones anticipadas tras la muerte de Kaczynski, quien tenía 60 años y había sido presidente desde el 2005.

“En concordancia con la constitución, tendremos que realizar elecciones presidenciales anticipadas”, dijo Gras a Reuters. “Por ahora, el presidente de la Cámara baja del Parlamento, Bronislaw Komorowski, es automáticamente (...) el presidente interino”, manifestó.

Imágenes de la televisión rusa mostraban el fuselaje en llamas y fragmentos del avión repartidos en el bosque. El accidente ocurrió a unos 2 kilómetros del aeropuerto de Smolensk. Un reportero de Reuters vio un ala rota de la nave a cierta distancia del resto del avión.

El Ministerio de Emergencias de Rusia indicó que 96 personas estaban a bordo del avión del Gobierno, incluyendo 88 miembros de una delegación polaca que iban a conmemorar las muertes de sus compatriotas en la ciudad de Katyn bajo órdenes del líder soviético Josef Stalin en 1940.

Reportes previos indicaron que había 132 personas a bordo. El gobernador regional de Smolensk, Sergei Antufyev, y la agencia estatal de noticias de Polonia PAP dijeron que no hubo sobrevivientes.

Un error del piloto era la posible causa del accidente, dijo Andrei Yevseyenkov, portavoz del Gobierno local ruso.

Funcionarios locales dieron que la nave había tocado copas de árboles mientras intentaba aterrizar.

Un funcionario de la misión de control rusa que estuvo presente durante las conversaciones con el piloto dijo a Reuters que el hombre ignoró las recomendaciones.

“Al piloto se le aconsejó que volara a Moscú o a Minsk debido a la espesa neblina, pero de todas formas decidió aterrizar. Nadie debería aterrizar con esa neblina”, sostuvo, bajo condición de que no nombre no fuera revelado.

FLORES Y VELAS
El ministro de Justicia polaco, Krzysztof Kwiatkowski, dijo que ordenaría una investigación especial sobre el accidente.

En todo Polonia se estaban organizando rápidamente servicios religiosos por los fallecidos.

En Varsovia las personas comenzaron a reunirse afuera del palacio presidencial para dejar flores y velas.

“Estoy absolutamente destrozada (...) no puedo expresarlo en palabras”, dijo Ewa Robaczewska.

TAMBIÉN LA ESPOSA
La esposa de Kaczynski, Maria, también viajaba a bordo, junto a varios funcionarios de alto rango del Gobierno. Entre ellos figuran el jefe del Ejército de Polonia, Franciszek Gagor, el gobernador del banco central, Slawomir Skrzypek, y el viceministro de Relaciones Exteriores, Andrzej Kremer.

Familiares de quienes murieron en Katyn también viajaban a bordo del avión, dijo un funcionario del Gobierno polaco en el terminal aéreo de Smolensk.

Miles de prisioneros de guerra polacos e intelectuales fueron asesinados en Katyn por fuerzas soviéticas en la primavera de 1940, lo que se convirtió en un perenne símbolo para los polacos de su sufrimiento bajo el mandato soviético.